El miércoles 3 de septiembre se vivió un acontecimiento trascendental en la historia democrática del país. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) realizó un sorteo que asignó la posición de los dos binomios presidenciales en la boleta para la segunda vuelta. Este acto dio comienzo de manera oficial al calendario electoral en camino al balotaje, establecido para el 19 de octubre, un hecho sin precedentes en la política nacional.
El secretario de la Cámara del TSE, Fernando Arteaga, fue quien anunció formalmente el inicio de esta fase, resaltando la importancia del evento celebrado y su influencia en la planificación de las elecciones. Según sus palabras, esta acción marca el inicio de un proceso que involucra una variedad de medidas operativas, logísticas y políticas que asegurarán el desarrollo claro y estructurado de la segunda ronda electoral.
Después de llevarse a cabo el sorteo, los encargados de las elecciones iniciarán la impresión de los materiales que se usarán en las mesas electorales. Este proceso también da comienzo al periodo oficial de campaña electoral, el cual durará hasta el 15 de octubre. En este periodo, los partidos y sus candidatos podrán exponer sus propuestas a la población y aumentar su visibilidad en distintos foros de discusión y análisis público.
Con respecto a la selección de los jurados para las elecciones, Arteaga aclaró que el sorteo se realizará el 19 de septiembre, cumpliendo de manera estricta con la normativa actual. Este proceso utilizará el mismo registro electoral que fue empleado en la primera vuelta, sin embargo, se debe nombrar nuevos jurados para asegurar imparcialidad y claridad en la gestión de las mesas.
Desde la perspectiva económica, el Tribunal Supremo Electoral afirmó que los fondos asignados para organizar la segunda vuelta están parcialmente en la cuenta institucional. Esto permitirá comenzar las actividades esenciales planeadas sin problemas. Esta declaración proporciona seguridad respecto a la factibilidad del proceso, especialmente dado el gran despliegue operativo que conlleva una elección a nivel nacional.
Una aclaración que consideró relevante la autoridad electoral está relacionada con la participación ciudadana. En este sentido, se precisó que aquellas personas que no emitieron su voto en la primera vuelta estarán habilitadas para sufragar sin ningún tipo de restricción en esta segunda instancia. Con ello se busca garantizar el ejercicio pleno del derecho al voto y fomentar la inclusión de todos los ciudadanos en esta definición democrática.
Dentro del contexto de la campaña electoral, el Tribunal Supremo Electoral planea llevar a cabo dos debates públicos que se vislumbran como momentos clave para presentar propuestas y confrontar ideas. El primer debate será protagonizado por los candidatos a la presidencia Rodrigo Paz del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y Jorge Quiroga de la alianza Libre. El segundo evento reunirá a candidatos a la Vicepresidencia, con Edman Lara representando al PDC y Juan Pablo Velasco en nombre de Libre.
Si bien las fechas y los lugares específicos para la celebración de estos debates aún se encuentran en proceso de definición, se anticipa una amplia cobertura mediática que permitirá a la población acceder a estas instancias informativas. La expectativa en torno a estos encuentros es elevada, dado que se presentan como una oportunidad para conocer con mayor profundidad las propuestas programáticas de ambos frentes políticos.
En paralelo, el Comité Cívico de Chuquisaca expresó su interés en que uno de los debates presidenciales se realice en la ciudad de Sucre, subrayando la importancia histórica y simbólica que representa este escenario en el contexto del balotaje. Esta solicitud aún no ha recibido una confirmación oficial, pero forma parte de las gestiones que se están analizando para definir la organización definitiva de estas actividades.
A lo largo de la reunión de información, el secretario de Cámara del TSE subrayó igualmente las evaluaciones favorables realizadas por las delegaciones de observación internacional que asistieron al monitoreo del proceso electoral previo. Estos grupos reconocieron el rendimiento del Sistema de Registro y Procesamiento de Resultados Electorales (Sirepre), aunque mencionaron la necesidad de mejorar ciertos elementos logísticos para perfeccionar la transmisión y consolidación de datos en tiempo real durante la segunda vuelta.
En este escenario, el organismo electoral confirmó su dedicación institucional hacia la transparencia, la imparcialidad y la eficacia en la gestión del proceso, enfatizando que cada fase se realizará conforme a la normativa actual. El reto no solo consiste en asegurar un desarrollo ordenado de la jornada del 19 de octubre, sino también en fortalecer la confianza del público en el sistema democrático, garantizando que cada sufragio realizado sea adecuadamente contado y respetado.
A medida que se aproxima la fecha del balotaje, la atención pública se concentra en la dinámica de la campaña electoral, las estrategias de comunicación de los candidatos y el impacto que puedan tener los debates en la decisión final del electorado. El escenario se perfila como altamente competitivo, con dos fuerzas políticas que buscarán captar la preferencia de los votantes mediante la presentación de propuestas orientadas al desarrollo económico, la generación de empleo y la mejora de las condiciones sociales en el país.
El proceso electoral que se avecina no solo definirá al próximo presidente y vicepresidente, sino que también constituirá una prueba para la madurez institucional del país y su capacidad de garantizar procesos democráticos sólidos, inclusivos y transparentes. La experiencia inédita de una segunda vuelta electoral plantea nuevos desafíos, pero también abre la posibilidad de consolidar mecanismos que fortalezcan la gobernabilidad y la legitimidad de las autoridades electas.
Con el cronograma en marcha, la ciudadanía será protagonista de un hito que marcará la historia democrática nacional. La segunda vuelta del 19 de octubre se proyecta como una jornada decisiva que no solo definirá liderazgos, sino que también pondrá a prueba el compromiso de todos los actores involucrados con el respeto a las reglas del juego y la voluntad popular expresada en las urnas.