La hoja de coca transforma espacios urbanos pese a su “distorsión” ancestral

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Durante su participación en la cumbre de los BRICS celebrada en Río de Janeiro, el presidente de Bolivia, Luis Arce, presentó una serie de propuestas estratégicas que buscan posicionar a su país como un actor activo dentro del bloque, pese a mantener aún el estatus de nación asociada. Su intervención giró en torno a tres ejes clave: justicia climática, cooperación en salud y soberanía tecnológica.

Una de las principales acciones fue la propuesta de una «alianza defensiva» para resguardar los recursos naturales. De acuerdo con el líder boliviano, es imperativo que las naciones del Sur global unan esfuerzos para proteger tesoros esenciales como el agua, los bosques, el litio, el gas y otros minerales cruciales para el cambio hacia energías limpias. Arce señaló que estos recursos han sido explotados históricamente por intereses externos, y sugirió una perspectiva de equidad climática que dé prioridad al derecho de desarrollo de los países con menor contribución histórica a la crisis ambiental.

La propuesta boliviana no se limitó a la defensa de los recursos naturales. Arce instó a la creación de un banco regional de medicamentos, pensado como una herramienta de respuesta conjunta ante emergencias sanitarias como la pandemia de COVID-19. Este mecanismo, explicó, permitiría garantizar el acceso equitativo a tratamientos, vacunas y suministros médicos esenciales, reduciendo la dependencia de mercados dominados por grandes farmacéuticas. La idea contempla el desarrollo de capacidades propias de producción y distribución de insumos médicos dentro del bloque.

En línea con su visión de soberanía, el presidente también propuso la conformación de un centro de investigación y monitoreo para amenazas tecnológicas y digitales. El objetivo de este organismo sería analizar riesgos relacionados con el uso indebido de datos, ciberseguridad, inteligencia artificial y dependencia tecnológica de plataformas extranjeras. Bolivia advirtió sobre los peligros del extractivismo de datos personales, la manipulación algorítmica y la concentración del poder digital en manos de grandes corporaciones transnacionales.

Arce expuso estas propuestas como parte de un llamado a reconstruir el multilateralismo sobre fundamentos renovados, enfocados en la equidad, el respeto a la soberanía de las naciones y la solidaridad entre los países del Sur. Subrayó la importancia de que el BRICS actúe como un grupo que promueva alternativas frente al actual orden económico global, el cual, según su perspectiva, perpetúa desigualdades estructurales y mantiene las economías emergentes en una situación de dependencia.

Bolivia, que desde el inicio de este año forma parte del grupo como nación asociada, intenta fortalecer su integración al bloque con estas medidas y destacar su liderazgo en asuntos importantes para la región. La nación posee una de las más grandes reservas de litio a nivel global y ha emprendido una ambiciosa iniciativa para industrializar este recurso dentro de su territorio, colaborando con empresas y gobiernos aliados. La conexión con el BRICS supone una oportunidad para obtener financiamiento, transferencia de tecnología y acceso a mercados en condiciones más equitativas.

Durante su discurso, el presidente destacó que las naciones integrantes del BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, junto a los nuevos miembros añadidos— tienen una responsabilidad colectiva pero separada frente a los retos mundiales. En este contexto, subrayó que las cuestiones planteadas por Bolivia no solo son una necesidad del país, sino también una base para un trabajo conjunto que podría favorecer a todos los países en desarrollo.

El planteo boliviano fue recibido con atención por parte de varios miembros del bloque, aunque su implementación dependerá de futuras deliberaciones internas y de la voluntad política de los Estados para concretar las iniciativas. La construcción de consensos y la articulación técnica para llevar adelante propuestas como el banco de medicamentos o el centro de soberanía digital requerirán de mecanismos institucionales nuevos dentro del BRICS.

Con este tipo de intervenciones, Bolivia busca posicionarse como un actor propositivo en el escenario internacional, comprometido con la justicia social, ambiental y tecnológica. La apuesta del gobierno boliviano es clara: ocupar un lugar estratégico en un mundo en transición, donde los recursos naturales, la salud pública y la información digital son ejes centrales de poder y desarrollo.

Por: Pedro Alfonso Quintero J.

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