Soboce aclara que no vende combustible a terceros y reafirma su posición en la cadena de producción

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La Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) desmintió de forma categórica las denuncias que la señalaban como responsable de revender combustible importado a terceros. En un comunicado difundido recientemente, la compañía aseguró que el diésel adquirido del exterior es utilizado exclusivamente para abastecer su cadena de producción y negó cualquier desvío hacia empresas aliadas o subcontratistas.

El pronunciamiento se produce tras las declaraciones de representantes del transporte pesado, quienes acusaron a la cementera de comercializar combustible a precios por debajo del mercado informal, lo que generó malestar en sectores que enfrentan dificultades para acceder al diésel subsidiado. Según los denunciantes, la empresa habría ofrecido el litro de diésel a aproximadamente 4,50 bolivianos, mientras que en zonas con escasez el valor puede superar los 15 o incluso 20 bolivianos por litro.

Desde Soboce, estas versiones fueron catalogadas como «declaraciones infundadas e irresponsables» y se subrayó que todo el combustible importado se emplea exclusivamente en sus instalaciones industriales: fábricas de cemento, canteras y equipos de maquinaria. La compañía también remarcó que el marco legal actual autoriza la importación privada de hidrocarburos, siempre y cuando su uso se restringa a propósitos propios y no comerciales.

La táctica de importación adoptada por Soboce es una respuesta a las continuas complicaciones en el suministro de combustibles que se han presentado en el país desde hace varios meses. La empresa indicó que esta acción tiene como objetivo asegurar la continuidad de sus operaciones, prevenir interrupciones en la producción y salvaguardar los miles de empleos que dependen directa e indirectamente de su actividad.

Asimismo, se hizo hincapié en que la adquisición externa de diésel ha sido clave para asegurar el transporte de cemento y hormigón, elementos esenciales para la industria de la construcción y el desarrollo de infraestructura. De no haberse adoptado esta medida, alertó la empresa, se habrían visto afectadas obras públicas y privadas, así como numerosos proyectos de urbanización y vialidad.

En reacción a las acusaciones provenientes del sector del transporte pesado, Soboce instó a los implicados a proporcionar evidencias concretas de sus alegaciones o, de lo contrario, a ofrecer una disculpa pública. La compañía resaltó que todos los procesos de importación de diésel que realiza están correctamente documentados y supervisados por las autoridades pertinentes, incluyendo a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), que es la encargada de regular y vigilar estas operaciones.

El conflicto se desarrolla en un contexto más amplio de escasez de combustibles y crecientes tensiones entre sectores privados y el Estado. Mientras el Gobierno ha buscado flexibilizar la normativa para permitir la participación de privados en la importación de hidrocarburos, distintas organizaciones sociales han expresado preocupación por los riesgos de especulación y de inequidad en el acceso.

Soboce argumentó que su decisión de importar carburantes no representa una práctica especulativa ni una ventaja indebida, sino una respuesta técnica a una coyuntura crítica. Además, aseguró que mantiene su compromiso con la producción nacional y el desarrollo económico, y que continuará colaborando con las autoridades para demostrar la transparencia de sus operaciones.

Por otro lado, los líderes del sector del transporte de carga subrayaron la importancia de implementar normas más rigurosas para prevenir posibles desviaciones o abusos. Advirtieron que, en caso de no aplicarse acciones, podría desarrollarse un mercado alternativo para el combustible importado, lo que tendría un impacto adverso en los transportistas menores.

La circunstancia ha provocado peticiones para un control más riguroso y claridad en la importación de hidrocarburos, así como en la distribución y el uso final de estos recursos. Desde el sector empresarial y sindical, se espera que las autoridades tomen medidas rápidamente para esclarecer los acontecimientos y definir normas precisas que eviten futuros conflictos.

Mientras tanto, Soboce reafirma su intención de seguir operando dentro del marco legal y sostiene que su rol es clave en la sostenibilidad de la cadena productiva de la construcción. El debate sobre el acceso al combustible y el papel del sector privado en su distribución promete seguir ocupando espacio en la agenda económica nacional.

Por: Pedro Alfonso Quintero J.

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